Hitchcock anda suelto

27 oct

Pues sí. Siempre ha habido pájaros en el barrio de Casa de Campo y, para mí, forma parte de su encanto. Pero últimamente hay algunas escenas dignas de la famosa película. El origen está en el crecimiento que ha experimentado la población de grajillas (Corvus monedula) que, si bien siempre ha sido un ave común, en los últimos tiempos es omnipresente. No estoy seguro de que la haya crecido la población reproductora pero no cabe duda de que los individuos en invernada sí que son mucho más numerosos que en años anteriores. Los que lleven más tiempo en el barrio y se hayan fijado, me lo podrán confirmar o corregirme. ¿Y por qué hay más? Ni idea. Tal vez haya crecido su población de forma global y por eso sus concentraciones son más grandes, puede que hayan descubierto que el barrio es mejor residencia que otros sitios… muchos cambios positivos o negativos aquí o a decenas de kilómetros (o muchísimo más lejos) pueden modificar el patrón de conducta y demografía de una especie.

Grajillas en una antena de Comandante Fortea

Grajillas en una antena de Comandante Fortea



Desde hace semanas observamos desde mi casa singulares batallas entre grajillas y urracas (Pica pica) para ocupar algunas antenas, árboles y tejados a nuestro alrededor. A última hora de la tarde las urracas ocupan el tejado de Comandante Fortea con Santa Comba y disfrutan su posición en exclusiva durante bastantes minutos. Puede que llegue a media hora. Incluso se las ve sobre antenas y altos chopos. Pero, ¡ay!, su gloria es efímera. Enormes bandos de grajillas llegan por todas partes, las desalojan de antenas y ramas y toman parte del tejado, acantonandose las urracas en zonas concretas. En las primeras observaciones de estos hechos ambas especies desplegaban más agresividad, sin llegar nunca a la agresión física directa. Más bien se traducía en revoloteos, graznar de ambos bandos y el juego de las grajillas cercando a urracas que quedaban solitarias. De un tiempo a esta parte cada especie ocupa su zona del tejado de forma automática. Podemos decir que han llegado a un nuevo equilibrio de fuerzas.

Urracas y grajillas tomando posiciones

Urracas y grajillas tomando posiciones


Claro que, con certeza, las grajillas se lo piensan dos veces antes de extender sus dominios a costa de las urracas. Ambas especies y los córvidos en general -familia a la que pertencen- se cuentan entre las aves más inteligentes y con comportamientos más complejos.  Las grajillas, por ejemplo, tienen un sentido comunitario muy marcado. Defendiéndose colectivamente de otras especies e, incluso, cediéndose alimento entre adultos no emparejados. En cuanto a las urracas, hace un par de años la revista Quercus, decana de la divulgación ambiental en España, informaba sobre la conducta de una población de esta especie en Alcalá de Henares especializada en la caza de murciélagos. Los integrantes de la comunidad se apostan al atardecer en torno a las oquedades que ocupan sus presas y, de forma bien coordinada, los atacan según van saliendo. Es un comportamiento que no se había registrado hasta ahora entre las urracas. ??????

Grajillas volando al atardecer

Grajillas volando al atardecer

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Todavía queda mucho por descubrir y explicar sobre la conducta de los córvidos; un grupo de aves que, personalmente, me fascina. Otras especies de córvidos que podemos ver en nuestro entorno inmediato son la corneja negra (Corvus corone), el más escaso cuervo (Corvus corax), el bello rabilargo (Cyanopica cyanus) o el arrendajo (Garrulus glandarius). Es fácil ver alguna corneja en la Casa de Campo o el Pardo, o en el mismo casco urbano. Los rabilargos se observan en los encinares de El Pardo. Pero también es posible en la Casa de Campo, si no me engaño. El arrendajo gusta de arboledas algo espesas. Vive en algunos parques de Madrid y seguramente en los sotos con fresnos de la Casa de Campo. En cuanto al cuervo, un ave menos común de lo que se suele pensar, la verdad es que no recuerdo haber visto ninguno por aquí cerca, pero debería ser posible encontrarlo en El Pardo.

Árboles sagrados (o casi)

3 oct

Seré breve. Ya los fenicios……….Pero no, no. Incluso antes, en torno al 2650 antes de Cristo el rey-dios Gilgamesh dejó su ciudad de Uruk, en la baja Mesopotamia para luchar contra Khuwawa (o Khumbaba), el guardián del Bosque de Cedros (en los actuales Líbano y Siria). Esto, al menos, nos cuenta el Poema de Gilgamesh, primera epopeya de la humanidad, lo que convierte al cedro en uno de los primeros árboles en entrar en la historia. Con mayor o menor fantasía lo que nos cuentan los escribas mesopotámicos es que el control de la explotación de los bosques de cedro y su comercio desataron no pocos conflictos, ya que la calidad de su madera en un entorno más bien estepario lo convertía en un elemento estratégico para cualquier civilización que se preciara de serlo. Serían los cedros en la antigüedad a lo que hoy puede ser el uranio -en el sentido estratégico-, si no más.

Cedro del Atlas en el Parque del Oeste?

Cedro del Atlas en el Parque del Oeste?

Nuestro mundo se cubre con cuatro especies de cedro. El del Líbano (Cedrus libani) se distribuye, además de en este país, por Siria y Turquía. El cedro del Atlas (Cedrus atlantica) lo hace por Marruecos y Argelia, mientras que el de Chipre (Cedrus brevifolia) sólo en esta isla. Estas dos últimas especies están íntimamente emparentadas con el del Líbano. De tal forma que para algunos autores serían una única especie.Cierra la lista el cedro del Himalaya (Cedrus deodara) que cubre estas montañas y sus enormes estribaciones por el centro-sur de Asia.

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Son coníferas, de hasta 40 metros o más de altura, resistentes al frío y que soportan las sequías estivales mediterráneas. Son especies muy utilizadas en jardinería y reforestación. Por todo Madrid es fácil encontrar cedros del Atlas. En la zona Oeste son magníficos los ejemplares del Campo del Moro y del Parque del Oeste. Asimismo, quien quiera ver un auténtico cedro del Líbano no tiene más que acercarse a la entrada principal del Museo del Prado.

Cedral de Azrou. Marruecos

Cedral de Azrou. Marruecos

He tenido el placer de andar por un auténtico cedral en el Atlas Medio marroquí, en el bosque de Azrou. Es una experiencia realmente curiosa. Estás en África, en un bosque de coníferas con árboles realmente grandes, y con monos que saltan por las ramas. Son unos elementos que, en conjunto, nos resultan un poco contradictorios. Estos bosques están poblados de forma natural por la mona de Gibraltar (Macaca sylvana). Aquí se ubicaba también una de las últimas poblaciones de leopardo del Atlas, redescubierto hace unos años por un equipo español en el Alto Atlas. En la foto se puede ver (con dificultad) a un par de amigos que nos permiten calcular la talla de los árboles.

UN FÓSIL VIVIENTE REDESCUBIERTO

En 1690 el científico alemán Kaempfer se convirtió en el primer europeo que veía ginkgos vivos. Muertos, es decir, fósiles, ya habían sido hallados. Porque el ginkgo (Ginkgo biloba) es el único representante de su grupo vegetal y las únicas especies cercanas que se le conocen vivieron hace 270 millones de años. Este árbol es una angiosperma, y por tanto emparentado con las coníferas, de hoja caduca que puede medir 35 metros.

 Ginkgo en el Parque del Oeste??

Ginkgo en el Parque del Oeste??

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Todo en el Ginkgo es raro, empezando por su nombre, que en chino significa, al parecer, albaricoque plateado. Se distribuye en China, Corea y Japón. Países en los que se tiene por sagrado, se le da uso medicinal y se cultiva desde tiempo inmemorial. Su porte piramidal resulta un tanto extraño para un árbol de hoja caduca. Tiene una extraña belleza, a mi criterio. Y no se si será consecuencia de conocer su origen asiático, pero parece realmente un diseño oriental.

Hojas de Ginkgo

Hojas de Ginkgo

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El carácter primitivo del ginkgo se suele ilustrar haciendo un pequeño corte en una de sus hojas. Éstas tienen forma de abanico y los nervios se distribuyen paralelos por toda la hoja, siguiendo su forma. Es decir, no cuentan con un nervio central que luego se distribuye en ramificaciones. De esta forma, al hacer una lesión en un punto cualquiera de la hoja, en general, la lesión es mucho mayor que si la hubiéramos hecho sobre una hoja “moderna”. Espero que no haya una epidmia de “comprobadores” y nos quedemos sin ginkgos.

 Ginkgo en un parque de Tokio. Tomado de wikipedia?

Ginkgo en un parque de Tokio. Tomado de wikipedia?

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Al igual que es una especie de jardinería en Asia también está extendida por parques y jardines de varias zonas del mundo, incluida España. En el barrio de Casa de Campo hay un ejemplar en el cruce de Comandante Fortea con Santa Olalla. Hay ejemplares jóvenes plantados en los nuevos parques del plan Madrid Río y, sobre todo, hay pies de más de 20 años distribuidos por el Parque del Oeste. Por último, comentar que podemos detectarlo por el olor, si pasamos lo bastante cerca. Sus frutos apestan.

Bichos grandes en la Casa de Campo

1 oct

Recientemente varios medios de comunicación locales se han hecho eco de la mayor frecuencia de avistamientos de zorros (Vulpes vulpes) en la Casa de Campo. Aquí un ejemplo:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/11/madrid/1284203952.html

Yo, para ser franco, no he pasado de ver liebres, conejos o ardillas. O, a lo más, excrementos de algún pequeño carnívoro, como garduñas. Pero la extensión de la Casa de Campo, y su cercanía a El Pardo, permite que varios mamíferos salvajes, de cierta talla, deambulen por ella.

Zorro

Zorro

Así, la presencia de jabalíes (Sus scrofa) es más o menos regular. El perro de un vecino que pasea a diario por el gran parque levantó hace un par de meses un cochino. En los propios paneles informativos de la Casa de Campo incluyen al jabalí entre la fauna presente y, de vez en cuando, alguno se desmanda y se nos mete directamente en el barrio, como ocurrió en junio de 2007, cuando la policía municipal mató un verraco en la calle Santa Fé:
http://www.elpais.com/articulo/espana/Abatido/jabali/Madrid/riesgo/atacara/alguien/cruzara/M-30/elpepuesp/20070614elpepunac_7/Tes

Otra cosa es el proyecto del Ayuntamiento de Madrid, hecho público en noviembre de 2007, de introducir gamos (Dama dama) en un recinto específico dentro del parque. De momento, que yo sepa, no se ha avanzado en este sentido. Y lo prefiero. Para mi gusto es un proyecto que peca un poco de “desarrollista”.
http://www.elpais.com/articulo/madrid/Casa/Campo/tendra/gamos/ruta/autobus/prestamo/bicis/elpepiespmad/20071115elpmad_9/Tes

A todos estos hechos o proyectos quiero unir una referencia histórica sobre la muerte de una loba (Canis lupus) en 1972 dentro de la Casa de Campo. Era un ejemplar divagante que debió venir desde alguna zona del Sistema Central.

La presencia de animales medianos en grandes parques periurbanos europeos no es infrecuente. Así, un gran parque en los alrededores de Londres cuenta con ciervos (Cervus elaphus). Y las afueras de Berlín, según parece, son zona de correrías para los lobos en los últimos años, gracias al incremento de su población centroeuropea.

Sobre todo este tema me gustaría aportar un par de reflexiones:
1.Para conocer con exactitud la presencia de estos animales habría que hacer un estudio específico (detectar rastros, fototrampeo, etc)
2. Nunca va a haber (y probablemente no deba, por cuestiones de seguridad y otras) una gran población de bichos grandes en la Casa de Campo.
3. Antes de crear recientos cerrados para introducir nuevos animales apuesto por mejorar el corredor biológico de facto que es la ribera del río desde El Pardo a la Casa de Campo.

Las fotos no son mías; son de uso libre por gentileza de wikipedia.