En otoño el barrio cambia su color
15 oct
No es tan evidente pensar que un barrio de una gran ciudad pueda mudar su color con las estaciones del año. De hecho en la mayoría de los barrios de Madrid sería difícil adivinar en qué estación del año estás simplemente dando un paseo por sus calles, ya que no veríamos vegetación que lo atestigüe. En nuestro barrio las estaciones del año son muy evidentes por la cantidad de arboleda que lo puebla.
En esta época los tonos verdes dan paso a los amarillos y ocres, con distintos grados de evolución según la especie vegetal. Este otoño está tardando en venir, parece que el verano y sus temperaturas no nos quieren dejar, y por ello el proceso de cambio de color y caida de la hoja en los árboles caducifolios se retrasa.
De momento los más avanzados son los Castaños de Indias que ya tienen la hoja marrón y “preparada para volar”, después van los fresnos y las acacias, con distintos tonos de verdes y amarillos. Los más retrasados son los álamos, que apenas muestran signos de flaqueza.
Los mejores sitios para visualizar el otoño en el barrio son la ribera del rio y el parque de la bombilla; en la Casa de Campo también pero menos. Se ve en los caminos y riberas de arroyos con árboles de hoja caduca, por ejemplo en dirección al lago, ya que en la gran masa boscosa predomina el pino piñonero y la encina, que lucen la misma “vestimenta” todo el año.
Para algunos el otoño es preludio de melancolía, para otros es un respiro después de tanto calor del verano, para los más es una vuelta a la rutina después de una temporada de vacaciones, la vuelta al cole para los niños, etc.
En nuestro barrio el otoño aparte de mudar el aspecto de nuestros árboles, se supone que se tiene que notar en el nivel del agua del río porque en teoría empiezan las primeras lluvias y baja el agua con fuerza de la sierra. Y digo en teoría porque este año está siendo muy atípico y a estas alturas no tenemos ni lluvia ni frío, para que luego digan algunos que eso del cambio climático es sólo un invento de los ecologistas radicales.
Parece que el verano quisiera perpetuarse, como en el poema que comparto a continuación para acabar mi post, de uno de mis poetas favoritos, Angel González:
El Otoño Se Acerca
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
(Angel González)
Muy bueno, Miguel. Las descripciones y las reflexiones. Y buscaré algo de ese poeta, no lo conocía. Gracias