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Estamos de paso

4 sep

Desde la última semana de agosto y hasta mediados de septiembre el barrio y los parques aledaños se llenan de unos pajarillos marrones, del tamaño de un gorrión, pero con pico más fino, cola y parte de las alas negras y blancas. Son papamoscas cerrojillos. Un ave, como se puede imaginar por su nombre, insectívora y que pasa el invierno en África, dónde puede mantenerse alimentada. Aquí, como en el resto de España, estos días está de paso. También cría en Madrid, pero en los robledales y pinares de la sierra, y algún soto fluvial a menos altitud.
En cualquier rincón del barrio con algún árbol o arbusto, en la Casa de Campo o en el parque de la Bombilla se puede ver estos días. Les he hecho alguna foto pero son nefastas. Así que he tomado prestada de wikipedia ésta, hecha por un tal Achim Christoph. En época de cría el macho presenta un plumaje diferente, todo blanco y negro, pero tras la reproducción macho y hembra son indistinguibles.

Papamoscas cerrojillo

Más escaso pero mucho más llamativo es el colirrojo real. También es un ave insectívora que, como los papamoscas, debe abandonar Europa para evitar morir de hambre durante el invierno. La hembra de esta especie es marrón con la cola naranja. El macho, sin embargo, tiene un plumaje muy contrastado, con cola, vientre y pecho naranjas, garganta y cara negras, frente blanca y capa superior gris. Es, realmente, muy bonito.  

Yo lo he visto en el Parque del Oeste al inicio de la primavera hace un par de años y parece que cría en parques madrileños, pero la mayor parte de los que vemos están simplemente haciendo una escala en su largo viaje. Esta mañana de domingo 4 de septiembre, he visto dos ejemplares de esta especie en la Casa de Campo. La foto del colirrojo tampoco es mía. Thomas Kraft ha tenido a bien compartirla con nosotros.  

Colirrojo real macho

 Sobre la migración de las aves se ha investigado y escrito mucho, y aún así seguimos desconociendo muchas cosas. No es un tema que conozca mucho pero sí me gustaría puntualizar un par de cosas:

1. el motivo para migrar es garantizarse el alimento. Las aves no migran para evitar el frío, si no para eludir algunas de sus consecuencias, como son la desaparición de los insectos, o la imposibilidad de acceder a los peces de un lago helado, por ejemplo.

2. La migración, según parece, es un fenómeno reciente, de unos cuantas decenas de miles de años. Para ser correcto debería hablar de los actuales patrones de migración, ya que las aves han modificado su conducta varias veces según los cambios climáticos. Me explico: con la suavización del clima tras las grandes glaciaciones del cuaternario las aves acantonadas en zonas subtropicales y tropicales empezaron a colonizar los nuevos territorios descongelados, pero como el invierno seguía siendo demasiado frío para tener alimento constante, volvían a su zona de origen para invernar. La aparición y ampliación de grandes desiertos, como el Sahara, ha terminado por marcar aún más las zonas de reproducción e invernada, ya que las aves se ven obligadas a desplzarse, en muchos casos, desde el norte de Europa hasta el África tropical para asegurarse el sustento.

 Habría mucho mas que contar, como los recursos para orientarse, las rutas, etc. pero lo dejamos para otro día, que me enrrollo.

 

  

Dedicado a Fran, para que se ría con mis papamoscas y mis colirrojos.

Una de garzas

9 jun

De vez en cuando alguien me dice haber visto una garza en el río, de tal o cual tamaño y características. Como parece que es un tema ornitológico recurrente, voy comentar brevemente  las especies que se ven por la zona.

De forma habitual en el Manzanares, a su paso por Madrid, se ven tres especies de garza (técnicamente ardeidas): la garza real (Ardea cinerea), la garceta común (Egretta garzetta) y el martinete (Nycticorax nycticorax).

Lo de los nombres científicos tiene su utilidad. Con ellos se puede buscar la especie en archivos de cualquier lengua. La garza real tiene buen tamaño, similar a una cigüeña, pero menos estilizada. Su coloración general es gris. De ahí su nombre científico, cinerea. Con áreas más oscuras en las alas, y la cara más clara o blanca. En nuestro barrio se deja ver un poco todo el año, pero yo diría que más en invierno. La foto es bastante mala pero tiene el valor de estar tomada aquí. La garza está sobre el cedro que hay en el centro de mayores que hay en el río, junto a la Vaca Argentina (no es publicidad encubierta).

La segunda especie, la garceta común, es de tamaño medio, blanca inmaculada, con largas patas negras y (lo que la hace inconfundible) pies totalmente amarillos. En el barrio se la puede ver fundamentalmente en invierno, paseando por los pedruscos de las orillas en busca de algo que echarse a la boca. El ejemplar de la foto estaba junto a la pasarela de Santa Olalla.

 

La tercera especie  es la más interesante. El martinete es una pequeña garza, con preferencia por el crepúsculo y la noche, pero también visible durante el día. Tanto posada como en vuelo tiene un aspecto totalmente “jorobado”, dado su prácticamente inexistente cuello. Sin llegar a estar en peligro de extinción, es una especie considerada rara en España, según la clasificación oficial de la Sociedad Española de Ornitología.

 

Tiene coloración general gris, que se convierte en gris oscuro azulado en el dorso. En el barrio se puede observar a veces en la pasarela-compuerta de la calle Santa Fé, posado junto a la caída de agua, esperando que le llegue algo al pico. Esta especie sólo se encuentra en verano.

Todas estas especies se ven también, por supuesto, en vuelo sobre el río, siguiendo o remontando su curso. Al atardecer es relativamente fácil ver alguna de ellas desde cualquier puente.

Invitación a la primavera

24 may

Creo que en el barrio disfrutamos de un entorno privilegiado para distinguir las estaciones del año. En especial la primavera no puede pasar desapercibida por la cantidad de flora y fauna que trae consigo y que tenemos tan a mano. Si nos comparamos con otros barrios donde lo que predomina es el asfalto y los baldosines de las aceras, donde la única referencia natural que tienen es una hilera de árboles que salen de un cuadrado de tierra, creo que salimos ganando por goleada.

No hay más que darse un paseo por la Casa de Campo para saber de lo que hablo, o por el parque de la Bombilla, o mismamente por la Ribera del río. Se ven Cigüeñas, Martín Pescador, Cormoranes, Pájaros Carpinteros, y un largo etc de aves; la flora también es muy rica, con acacias, fresnos, olmos y castaños de indias y un sin fin de variedades en el auténtico jardín botánico que es el parque de la bombilla, sin olvidar a la encina y el pino piñonero que reinan en la Casa de Campo. En resumen, un privilegio para los niños y para los mayores.

A riesgo de parecer cursi comparto un poema llamado “Mañana de Primavera”, de un autor chino del siglo VII:

Durmiendo en primavera no se advierte la aurora.
En el lugar dulce se oyen cantos de pájaros.
Llega la noche, hay sonidos de viento y lluvia.
Cayeron flores, quién sabe cuántas.


Pues eso que a disfrutar de la primavera, que si sabemos mirar, veremos que la tenemos muy presente en nuestro barrio. El que sea alérgico al polen que se cuide un poco, que le vamos a hacer, que nunca puede llover a gusto de todos.

Hasta pronto.

Meteoros

29 oct

No es que el barrio de Casa de Campo tenga nada especial respecto al clima. O quizá sí. Al menos, la diferencia de temperatura las mañanas de invierno entre esta zona junto al Manzanares y el centro de la ciudad puede llegar a ser de seis grados. Y todo el mundo lo nota. Sin ser un experto en la materia diré que esta diferencia no se justifica, como dicen muchas vecinos, por estar junto al río. Estar en la ribera lo que incrementa en la humedad ambiental y la sensación de frío pero, lo que realmente hace descender el termómetro, además de el estar alejado de los principales focos de calor y los espacios más cerrados de la ciudad, es la orografía.

Cielo al atardecer el 13 de octubre de 2010??

Cielo al atardecer el 13 de octubre de 2010?

El aire frío, al ser más denso, pesa más, y busca durante las madrugadas tranquilas los fondos de valle. Esta circunstancia hace que, en muchos valles, las temperaturas medias y, sobre todo, las mínimas, sean mucho más bajas en los fondos de valle que en las laderas, lo que modifica a su vez la vegetación. De tal forma que especies que suelen habitar las zonas más altas, frías, ocupan los valles, y las de zonas más templadas se sitúan por encima. El fenómeno, denominado inversión térmica, llega a su extremo en algunas montañas de la República Checa, en cuyas vaguadas hiela incluso durante el verano, por lo que sólo pueden ser cubiertas por pastos y arbustos de alta montaña.

Arco iris

Arco iris

Ahora, unos datos sobre el clima de Madrid. Según la serie climatológica 1971-200, la temperatura media anual es de 14,6º C; la media de las mínimas más baja corresponde al mes de enero (2,6ºC); la media de las máximas más elevada se registra en julio (31,2ºC); el número medio de horas de sol es de 2.769 al año; los días de helada son 16; los de tormenta, también 16 y la humedad relativa del aire es del 74 % en diciembre y del 39% en julio. Media: 57%. ´Todo esto son medias anuales. Y en este punto recuerdo lo que decía no sé qué director de cine italiano: “no creo en las estadísticas desde que un primo mío se ahogó en un río de medio metro de profundidad media”, o algo así.

Doble arco iris en junio de 2009

Doble arco iris en junio de 2009

A ojo de buen cubero yo diría que el número de días de helada en nuestro barrio duplica, al menos, la cifra que la Agencia Estatal de Meteorología (http://www.aemet.es/) indica para Madrid. Lo que no tendría nada de extraordinario. Al fín y al cabo, vivimos en una gran ciudad y la temperatura no puede ser la misma en el barrio de Salamanca que, por ejemplo, en Vallecas. Faltaría más.

Nevada en el invierno de 2008-2009?

Nevada en el invierno de 2008-2009?

En cuanto a las imágenes, parece ser que la observación de un arco iris doble con la nitidez que puedimos verlo en junio de 2009 no es especialmente común. Más frecuentes se van haciendo la nevadas de cierta intensidad y persistencia los últimos inviernos. Sobre las nubes de la primera imágen, estoy intentando aprender a identificar los tipos de nube. Cuando tenga certeza sobre las de la foto, lo comentaré. Si alguien tiene alguna idea, por favor, que la aporte.

Publicado por Juanjo Bote para A este lado del Manzanares el 10/15/2010 03:55:00 AM

Hitchcock anda suelto

27 oct

Pues sí. Siempre ha habido pájaros en el barrio de Casa de Campo y, para mí, forma parte de su encanto. Pero últimamente hay algunas escenas dignas de la famosa película. El origen está en el crecimiento que ha experimentado la población de grajillas (Corvus monedula) que, si bien siempre ha sido un ave común, en los últimos tiempos es omnipresente. No estoy seguro de que la haya crecido la población reproductora pero no cabe duda de que los individuos en invernada sí que son mucho más numerosos que en años anteriores. Los que lleven más tiempo en el barrio y se hayan fijado, me lo podrán confirmar o corregirme. ¿Y por qué hay más? Ni idea. Tal vez haya crecido su población de forma global y por eso sus concentraciones son más grandes, puede que hayan descubierto que el barrio es mejor residencia que otros sitios… muchos cambios positivos o negativos aquí o a decenas de kilómetros (o muchísimo más lejos) pueden modificar el patrón de conducta y demografía de una especie.

Grajillas en una antena de Comandante Fortea

Grajillas en una antena de Comandante Fortea



Desde hace semanas observamos desde mi casa singulares batallas entre grajillas y urracas (Pica pica) para ocupar algunas antenas, árboles y tejados a nuestro alrededor. A última hora de la tarde las urracas ocupan el tejado de Comandante Fortea con Santa Comba y disfrutan su posición en exclusiva durante bastantes minutos. Puede que llegue a media hora. Incluso se las ve sobre antenas y altos chopos. Pero, ¡ay!, su gloria es efímera. Enormes bandos de grajillas llegan por todas partes, las desalojan de antenas y ramas y toman parte del tejado, acantonandose las urracas en zonas concretas. En las primeras observaciones de estos hechos ambas especies desplegaban más agresividad, sin llegar nunca a la agresión física directa. Más bien se traducía en revoloteos, graznar de ambos bandos y el juego de las grajillas cercando a urracas que quedaban solitarias. De un tiempo a esta parte cada especie ocupa su zona del tejado de forma automática. Podemos decir que han llegado a un nuevo equilibrio de fuerzas.

Urracas y grajillas tomando posiciones

Urracas y grajillas tomando posiciones


Claro que, con certeza, las grajillas se lo piensan dos veces antes de extender sus dominios a costa de las urracas. Ambas especies y los córvidos en general -familia a la que pertencen- se cuentan entre las aves más inteligentes y con comportamientos más complejos.  Las grajillas, por ejemplo, tienen un sentido comunitario muy marcado. Defendiéndose colectivamente de otras especies e, incluso, cediéndose alimento entre adultos no emparejados. En cuanto a las urracas, hace un par de años la revista Quercus, decana de la divulgación ambiental en España, informaba sobre la conducta de una población de esta especie en Alcalá de Henares especializada en la caza de murciélagos. Los integrantes de la comunidad se apostan al atardecer en torno a las oquedades que ocupan sus presas y, de forma bien coordinada, los atacan según van saliendo. Es un comportamiento que no se había registrado hasta ahora entre las urracas. ??????

Grajillas volando al atardecer

Grajillas volando al atardecer

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Todavía queda mucho por descubrir y explicar sobre la conducta de los córvidos; un grupo de aves que, personalmente, me fascina. Otras especies de córvidos que podemos ver en nuestro entorno inmediato son la corneja negra (Corvus corone), el más escaso cuervo (Corvus corax), el bello rabilargo (Cyanopica cyanus) o el arrendajo (Garrulus glandarius). Es fácil ver alguna corneja en la Casa de Campo o el Pardo, o en el mismo casco urbano. Los rabilargos se observan en los encinares de El Pardo. Pero también es posible en la Casa de Campo, si no me engaño. El arrendajo gusta de arboledas algo espesas. Vive en algunos parques de Madrid y seguramente en los sotos con fresnos de la Casa de Campo. En cuanto al cuervo, un ave menos común de lo que se suele pensar, la verdad es que no recuerdo haber visto ninguno por aquí cerca, pero debería ser posible encontrarlo en El Pardo.